La Bailarina

Sobre la repisa más alta de una bodega, se encontraba en el más perfecto relevé una bailarina que se sostenía en puntas, a pesar de no tener parte de su tibia. Ya un par de años habían pasado desde que aquella figurilla de porcelana había podido girar acompañada de la música que solía salir de la base de su caja. De reojo  podía ver la luna o las flores en la mañana desde la minúscula ventana que daba al patio. Estaba agradecida, pero ella simplemente quería cumplir su propósito en este mundo: bailar.

La nostalgia en lugar de hacer mella en su ánimo, de alguna forma la ayudaba a fortalecer los recuerdos de la grandeza de sus movimientos, mezclados con la dulzura de la música. Aún en medio del polvo, su pintura gastada y el olvido, ella solo quería bailar.

Nadie pudo determinar qué inició el fuego, tal vez la luz que atravesaba la pequeña ventana en combinación del calor de esa tarde de verano, o alguna reacción química, de los aceites y pinturas que estaban regados por el suelo de la sucia bodega. Cualquiera que fuera la causa, hizo que el fuego se extendiera con rapidez por toda la habitación. Alcanzó la estantería por el lado izquierdo, los soportes cedieron y deslizaron la fina figura de porcelana hasta chocar con el mueble del lado, loncheras viejas, juguetes, un par de tarros de pegamento y herramientas que se estrellaron contra el suelo. 

Pero la ligereza de la porcelana de la dulce niña con la más perfecta postura consiguió llegar al otro extremo, dando un contundente golpe justo en la manivela de su cuerda oxidada. La acción liberó una energía cinética en forma de algo parecido a Chaikovski, y en medio del humo, el sonido de madera, metal y papel ardiendo, la bailarina empezó a moverse. Ella se dio cuenta que dentro de cada segundo habían muchos días, que aquello era lo que tanto había estado esperando, nunca estuvo tan segura, bailar y girar sobre su propio eje era la definición de libertad. Bailó y con ello sintió pura felicidad. 

Justo al inicio del segundo acto, el soporte derecho de la estantería cedió, la bailarina completó medio giro más y la música se detuvo.

About the Blog

We’re dedicated to sharing enchanting tales from our globe-trotting adventures, bringing you authentic experiences, hidden gems, and practical travel tips.

Newsletter

Subscribe now to fuel your wanderlust, and join our community of passionate explorers. Don’t miss out – your next adventure awaits!